Como representantes de organizaciones que trabajan en campañas en favor de la salud y la justicia social, en los ámbitos académicos, de gobierno e instituciones multilaterales, nos reunimos en Nueva Delhi (India) del 2 al 4 de mayo del 2011, provenientes de todas las regiones del mundo, para debatir sobre la necesidad de una gobernanza en salud efectiva y bajo escrutinio público. El dialogo regional sobre del Derecho a la Salud celebrado en Johannesburgo, a finales de Marzo 2011, despertó el propósito de una consulta global para alcanzar una una visión común para el ejercicio genuino del Derecho Humano de cada uno a la salud y al “más alto estándar de salud física y mental” , a fin que reine el principio de “salud para todos” como parte de un movimiento con objetivos y acciones compartidas.
La Salud resulta una condición esencial para el Desarrollo Humano y Social. Es por ello que el Derecho a la Salud se encuentra inserto en la Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS/WHO), en la convención internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC/CESRC y en más de 130 constituciones nacionales en el mundo. Sin embargo nos preocupa que, mientras crecientemente este Derecho es reconocido tanto por legislaciones nacionales e internacionales para su aplicación, la salud de la mayor parte de la población mundial permanece insuficientemente promovida y protegida. En la últimas 2 décadas 20 millones de personas, es decir un tercio de todas las mueres que ocurren en el planeta, continúan registrándose cada ano debido a las inequidades globales en salud.
Es mas, cuando la salud global y las estrategias de reducción de la pobreza figuran como relativamente frecuentes en la agenda internacional, otorgándoles una prioridad alta y los gobiernos anuncian planes y estrategias contra la pobreza en sus varios programas, las inequidades en salud sin embargo, dentro y entre los países aumentan preocupantemente.
Persistentemente la pobreza y las crecientes inequidades nos recuerdan que la globalización económica y la liberalización de los mercados no han credo un ambiente que conduzca a un desarrollo sostenible y equitativo. Al contrario, emergen nuevas amenazas contra la salud, como las crisis globales tanto económicas como financieras, el cambio climático, la inseguridad alimentaria el creciente desempleo, que rápidamente empeoran la ya desesperante situación que afrontan billones de personas en un mundo de creciente pobreza y marginalización.
La Salud es un bien público que demanda una responsabilidad colectiva. Sin embargo las violaciones estructurales del Derecho a la Salud se producen por las dinámicas dominantes del mercado y la incontrolada influencia de corporaciones orientadas al lucro, apoyadas por políticas de las Instituciones Financieras y de comercio internacional , como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Tales violaciones a menudo quedan no cuantificadas, no mensuradas, no son objeto de monitoreo y/o seguimiento y son resultan numerosas para su cuantificación. Forman parte de un proceso de sistemáticas violaciones de otros derechos, como ser el derecho a la igualad de género, el acceso a agua pura, el derecho al alimento, al trabajo, a un salario y vivienda dignos, educación, haciendo que cualquier compromiso para un real ejercicio del Derecho a la Salud no pueda ser concebido integralmente, resultando aislado de una conceptualización amplia y universal en un marco de protección social, como elemento clave de una política genuina para el Desarrollo Humano.
Como agencia del Sistema de Naciones Unidas, la OMS/WHO resulta en el actual mundo globalizado como la “autoridad directiva y de coordinación” indicada para promover el ejercicio del Derecho a la Salud y para alcanzar una cobertura universal en salud.
Su rol, como única autoridad global legal en el ámbito de la salud, como reza su constitución necesita de un fuerte respaldo. Las últimas décadas, sin embargo, han sido testigo de la rápida emergencia de nuevos actores que han señalado la salud como una prioridad ampliamente mencionada en la agenda global, pero que contribuyeron a una excesiva fragmentación in la gobernanza en salud. Su prominencia creciente ha producido un giro d ela cultura institucional, favoreciendo la penetración de valores de mercado en areas a las que tradicionalmente no pertenecían, resultando en un nuevo ámbito de influencia sobre las políticas de salud. Esta tendencia progresivamente ha asfixiado las voces de los Estados Miembros y ha debilitado el mandato Institucional de la OMS/WHO con implicaciones controversiales.
El tópico de la Gobernanza Global en Salud y la agenda de reforma de la OMS/WHO fue ya examinado durante la reunión de Enero de 2011 del Consejo Ejecutivo, donde se esclarecieron algunos puntos, coincidiendo sobre la necesidad que la OMS/WHO, a través de sus estados miembros asuman responsabilidad de iniciar un dialogo sobre políticas sobre este tema, interpretando el momento como una oportunidad que se abre y como una responsabilidad colectiva.
Nuestra reunión de Nueva Delhi, justamente antes del inicio de la 64 ava. Asamblea Mundial de la Salud (AMS/WHA) testifica el grado de seriedad con el que las organizaciones comprometidas con la justicia social a nivel mundial han tomado el proceso iniciado por al Directora General de la OMS/WHO. Estamos convencidos que la OMS/WHO necesita re-descubrir su identidad multilateral fundamental
Tomado en cuenta sus fortalezas, la OMS/WHO debe aprovechar del proceso de reforma planteado para re-pensar y re-definirse como un actor clave con fuerte liderazgo para una amplia Gobernanza de la Salud, rol que resulta coherente con la necesidad de solidas respuestas con políticas públicas ante las prescripciones neoliberales, a fin que la globalización se dé también en torno a los valores de igualdad, equidad y justicia social.
Pero la gobernanza en salud debe empezar por casa. Los gobiernos, como principales actores y mandantes de la OMS/WHO tiene obligaciones claras con la gente a la que que representan. Mas allá de las conceptualizaciones Institucionales relacionadas a las política públicas sobre salud, están deben ser democráticamente debatidas y afrontadas en los niveles no solo internacionales, si no en los niveles locales, nacionales y regionales.
Esto implica una participación y contribución genuina, continua y significativa de las comunidades, donde se tome en cuenta la opinión publica, el involucramiento real e informado y el empoderamiento social a través de acciones de educación, orientación comunitaria para compartir el conocimiento. A menos que y hasta que los gobiernos tengan a la gente directamente afectada realmente incluida en los niveles de decisión, sus políticas de salud permanecerán inefectivas.
La democracia en salud significa activa participación activa, transparencia y rendición social de cuentas de lo que se determina y hace en el sector salud. Estas son pre condiciones que los países deben cumplir si quieren alcanzar real impacto con y en sus procesos de decisión a nivel global y dentro de la OMS/WHO y en otros foros multilaterales.
Nosotros, los participantes en la Consulta de Nueva Delhi (India):
- Hacemos un llamado a los Estados Miembros a fortalecer y exigir el ejercicio del Derecho a la Salud , asi como de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESCs). Demandamos presten su atención a la necesidad de mejorar el marco legal para ampliar las hasta ahora limitadas previsiones para este ejercicio y vencer las limitaciones o ausencia de previsiones sobre este tema en la esfera internacional a pesar de sus declaraciones para promover el Derecho a la Salud. Para ello se requieren compromisos obligatorios y definir mecanismos concretos de monitoreo. Apoyamos por tanto, explorar e investigar un marco vinculante a través de una convención global de salud global y protección social universal con este fin.
- Estamos convencidos que la responsabilidad fundamental para promover obligatoriamente el ejercicio del Derecho a la Salud radica en la voluntad de de los Gobiernos Nacionales. Este desafió de cumplir la obligación legal que tienen los países, de respetar, promover y hacer cumplir efectivamente este Derecho, de forma no discriminatoria y equitativa, necesariamente debe incluir a la comunidades y a organizaciones de interés público. Sin la movilización de la gente, los Derechos Humanos no pueden ser ejercitados y puestos en práctica. El Derecho a la Salud no es la excepción.
- Consideramos que la implementación del Derecho a la Salud, va más allá de los aspectos técnicos y legales y de las implicaciones financieras y requiere de Voluntad Política suficiente y coherencia de las políticas en los varios sectores involucrados. Por tanto, el Derecho a la Salud debe ser una PRIORIDAD en todas las negociaciones nacionales e internacionales y en los diferentes acuerdos que tienen un impacto sobre la salud (acuerdos sobre cambio climático, medio ambiente, energía, trabajo, comercio, agricultura, gravámenes e impuestos, etc). Las corporaciones transnacionales deben ser objeto de mayor escrutinio público y rendición de cuentas en estos temas.
- Urgimos a los Gobiernos a afrontar las debilidades asociadas con la presente gobernanza global en salud y sus consecuencias como ser: la fragmentación de los sistemas nacionales de salud, el inadecuado liderazgo, el debilitamiento institucional de los organismos con un rol de mandato, el financiamiento inadecuado, la erosión del rol rector y de la capacidad de decisión en cuanto a salud en los países empobrecidos, la imposición ion de agendas externas, etc. Es necesario vencer la pobre redición de cuentas que se da de parte del creci9ente número de agencias e iniciativas, que han conducido a incensarios altos costos de transacción, dispendio de recursos y al drenaje de su capacidad de absorción para mejorar la situación de salud de sus países.
- Acogemos favorablemente la propuesta de la OMS/WHO de establecer mecanismos innovativos de consulta que permitan una significativa participación de los múltiples actores involucrados en el tema de Salud Global y demandamos que la OMS/WHO consulte con los grupos de interés publico interesados en salud con esta finalidad. Alentamos a la OMS/WHO a utilizar el recurso de convocar y organizar audiencias publicas que sean inclusivas, participativas, democráticas, bajo escrutinio publico y transparentes, incluyendo el suo de medios electrónicos, a fin de informar el desarrollo de políticas publicas sobre salud que sean relevantes , antes que crear nuevas estructuras permanentes o paralelas que no parecen las indicadas para afrontar el núcleo de los intrincados problemas y preocupaciones sobre la gobernanza global .Un plan de largo plazo que sea sostenible resulta evidentemente necesario para re-edificar una gobernanza global en salud que resulte verdaderamente democrática y efectiva.
- Es necesario desafiar con firmeza la creciente y desproporcionada participación del sector privado corporativo en los procesos de la OMS/WHO , sin que se cuente con mecanismos robustos para evitar los conflictos de intereses. La OMS/WHO necesita desarrollar un amplio marco de trabajo que guie la interacción con los actores comerciales, como también desarrollar e implementar medidas para evitar y manejar adecuadamente estas situaciones de conflicto de intereses. Estas mediadas van allá de la transparencia e incluyen una definición clara de lo que se entiende por “conflicto de intereses institucional”, criterios y clausulas éticas para impedirlos.
- Demandar a la OMS/WHO que defina claramente a quienes considera como sus asociados. Ya que la reforma de la OMS/WHO está destinada a ampliar sus interacciones e incrementar el nivel de confianza con un amplio rango de actor, resulta crucial que el paquete de reformas este caracterizado por un proceso en el cual, el espacio para contribuciones reine como base la voz y las necesidades sentidas de la gente y no la fuerza y poder del dinero. Esto requiere una clara definición de los actores y sus roles, metas e intereses. Previamente a convencer cualquier dialogo publicó estructurado sobre la la salud global, todos estos aspectos necesitan ser encarados y clarificados. Este proceso contribuiría al objetivo, pero no a reemplazar el proceso formal de toma de decisiones en la Asamblea Mundial de la Salud (MS/WHA) , donde los países y estados se encuentran representados.
- Urgir a los estados miembros a poner atención a la alternativa de contribuciones mediante gravámenes impositivos sobre los ingresos, como forma e instrumento clave para poder ampliar y fortalecer la capacidad de avanzar en asegurar el bienestar social y humano y en particular el poder financiar prestaciones de salud destinadas a la población, a los hogares y familias. El alcanzar el pleno ejercicio del Derecho a la Salud y de otros derechos básicos esta en buena medida condicionado por la disponibilidad de recursos financieros. Proponemos en este tema, adoptara una perspectiva de Derechos Humanos al examinar esta alternativa de financiamiento con gravámenes impositivos. Urgimos a los gobiernos intensificar la re-distribución de la riqueza con justicia, para promover una mayor cohesión social y un crecimiento justo. El mundo está inundado de dinero en algunos sectores y ha llegado la hora de prestar mayor atención a la concentración de la riqueza y re-orientar su distribución, a través de políticas sociales acompañadas de regulaciones económicas y medicas fiscales que busquen y aseguren mayor bienestar social. Gravámenes impositivos graduales y progresivos podrían ser claves para nutrir una mas saludable relación entre el estado y sus ciudadanos a nivel nacional e internacional, mas allá de buscar apoyo a corto termino de donantes, con el riesgo de excesiva dependencia de los fondos filantrópicos. Planteamientos operacionales en esta área deben ser estimulados, considerados e implementados a través de un marco de trabajo global , bajo un sólido principio de solidaridad.
- Recuerda que la solidaridad internacional es esencial en muchos países con insuficiente potencial financiero para asegurar los recursos necesarios tanto humanos como materiales destinados a garantizar el Derecho a la Salud. Hoy las previsiones no vinculantes necesitan convertirse en acuerdos obligatorios si queremos tomar implementar mediadas predecibles de apoyo de largo aliento.
- Alentamos firmemente a los estados miembros a incrementar sus contribuciones financieras a la OMS/WHO ay contribuir a mejorar el impacto de la organización. La idea que la OMS/ WHO debe vencer las presiones presupuestarias que confronta atrayendo recursos del sector privado y comercial , como se sugiere en el paragrafo 76 del informe de la Directora (WHA 64/4 futuro financiamiento de la OMS/WHO), es una propuesta que debe ser rechazada.
- Reconocemos, como organizaciones de interés público, que tenemos que hacer esfuerzos para fortalecer nuestra propia transparencia y mejorar la rendición de cuentas de nuestro trabajo, mejorando la democracia en general y en el sector salud. Nos comprometemos con esta meta a través de la implementación de mecanismos más participatorios.
- Nos comprometemos a continuar con este proceso de aprendizaje colectivo y la construcción de alianzas para asegurar que el Derecho a la Salud sea situado como centro mismo de la formulación de políticas tanto nacional como global y contribuir al diseño de una gobernanza global en salud efectiva y bajo escrutinio público.
Firman y suscriben:
- Salud y Desarrollo, La Paz, Bolivia
- medico international
- wemos
- Prayas
- medicus mundi international network
- Geneva Health Forum 2012
- CWGH, Zimbabwe
- Partners in Health
- Tarsc
- Section 27
- O´Neill Institue for National and Global Health Law
- People´s Health Movement
- Health and Equity in Society, India
- Seatini
- World Social Forum on Health ans Social Security
- tax justice network Africa
- Equinet
- World Council of Churches
- Community Health Cell
- Action Group for Health, Human Rights and HIV/AIDS (AGHA)
- Divers Women for Diversity