Chico Whitaker es uno de los fundadores del Foro Social Mundial, ganador del Right Livelihood Award y – entre otros – activista antinuclear. Le hicimos preguntas con motivo de las protestas en Brasil cuando estaba en Alemania militando contra el Acuerdo Nuclear entre Brasil y Alemania en Abril del 2014.
medico international: Qué opinas del nuevo movimiento social que ahora toma las calles de las grandes ciudades brasileñas? Viviremos tiempos de cambio social o se terminará todo esto después de la copa?
Chico Whitaker: El pueblo brasileño durante mucho tiempo sufrió la represión política de la dictadura. Ni siquiera tenemos treinta años de democracia representativa en nuestro país. Ahora bien, los jóvenes de la clase media que salieron a las calles en el 2013, ellos no conocen la represión tal como mi generación la vivía. Están muy descontentos con el gobierno por la violencia, los problemas de salud, educación o vivienda y no tienen miedo a expresarlo. Mejor dicho: aún no tienen miedo, no obstante ya vemos que el estado está volviendo paso a paso a los instrumentos de represión ya conocidos. En el Brasil las fuerzas de seguridad nunca fueron democratizadas. Los métodos siguen iguales desde los tiempos de la dictadura. Hoy, desgraciadamente la presencia del llamado “Black Bloc” en las manifestaciones le da algo de legitimidad a la policia. Se trata de unos pocos militantes violentos, pero que se hacen escuchar. Quién podría decir cuántos policías se encuentran entre ellos. Desde mi punto de vista, la represión estatal y el Black Bloc mismo son dos causas importantes por las cuales cada vez viene menos gente a las manifestaciones. Es cierto que continuamos con las protestas, pero estas ya no tienen la fuerza ni las masas de las del 2013 y es probable que poco a poco las protestas se vayan desintegrando.
mi: Entonces no crees que a largo plazo este movimiento social tenga un impacto en la sociedad?
Chico Whitaker: Temo que la manifestación como método de expresión política se esté agotando ya. La gente se acostumbra y en Sao Paulo, por ejemplo, donde vivo yo, lo que le interesa a la gente común y corriente es saber dónde hay manifestación para no quedar embotellado en el tráfico. El movimiento necesita avanzar más hacia adelante. Las manifestaciones son un primer paso con él que los participantes expresan su descontento con la situación actual del país, pero falta acoplarlo con procesos de concientización política. La toma de conciencia de que uno es al mismo tiempo esclavo y cómplice del sistema con el cual se está descontento, es algo que falta para formar realmente un movimiento social progresista y con duración. Pero vivimos hoy una sociedad del espectáculo y del consumo – y esto no sólo en Brasil. La gente está feliz cuando simplemente puede consumir. Estar consciente e intentar vivir autónomamente dejando de obedecer al sistema, no es fácil. Necesitamos lugares y procesos donde ésta concientización se realice.
mi: Pero parece que la nueva generación ya no cree ni en los partidos, ni en los sindicatos, ni en las organizaciones. En las plazas de Madrid, Nueva York igual que en Rio de Janeiro, los símbolos y las banderas de los grupos organizados fueron rechazados.
Chico: Y tienen razón. Es muy razonable desconfiar de las organizaciones, porque la mayoría de las organizaciones que conocemos son muy jerárquicas. Prefieren que sus miembros obedezcan y que no piensen por ellos mismos. Por eso necesitamos nuevos modos de organización. Es también un debate que tenemos en los Foros Sociales. Al primer foro social mundial en al año 2001 en Porto Alegre invitamos solamente delegados de organizaciones porque ante la gran individualización, que el neoliberalismo había aportado a las sociedades en todo el mundo, intentábamos apoyar a las organizaciones. Siempre valoramos las organizaciones como modo de superar el aislamiento. Este paso es la base de cualquier movimiento.
Sin embargo el proceso de los Foros Sociales está en crisis ahora precisamente porque en muchos lugares representantes de organizaciones intentan dominar los Foros. La idea era otra: los Foros Sociales son un método de experiencia democrática real. Son lugares donde la gente puede juntarse y discutir sin jerarquías e intercambiar argumentos sin querer ganar el debate sino debatir para encontrar los argumentos más válidos. Son lugares de dónde surgen nuevos contactos y nuevas redes en las cuales colaboramos sin jerarquías y trabajamos hacía un fin compartido. Todo está pasando en el Foro mismo, no deben haber declaraciones que ya estan escritas anteriormente. Lo importante es el intercambio horizontal de los participantes. Creo que la experiencia democrática es clave para la concientización y en este sentido los Foros sí son espacios de concientización – por lo menos pueden serlo. Pero no son los únicos. También vimos que en el 2013 en algunas ciudades brasileñas había asambleas públicas, donde los activistas practicaron métodos muy similares a las del Foro social. Bien sea en Nueva York o en Madrid. Podemos aprender los unos de los otros. Y esto es necesario, si queremos fortalecer estas protestas y crecer como movimientos sociales.
mi:Desde aquí parece que ahora la derecha brasilera esté utilizando las protestas y la queja de la gente por la FIFA y por los estadios tan caros para impedir la re-elección de Dilma. Es posible que el populismo de la derecha se haga cargo de las protestas?
Chico:No creo que pueda, aunque sea una oportunidad para ella. De hecho es impresionante el peso mediático de una Copa del Mundo: en la primera semana tres a cuatro juegos por día, con los mejores jugadores del mundo, en estadios bonitos y llenos, además de grandes espacios al aire libre, en las capitales (las Fan-fest de la FIFA), preparados para que la gente que no puede ir a los estadios pueda seguir con emoción a todos los juegos… Y el país todo para cuando quien juega es el Brasil… Además, son múltiples y largos los programas de televisión que ya en seguida comentan los juegos y hacen previsiones. El espacio de comunicación está lleno, lo que deja todo el resto en segundo plano. Incluso las críticas a la FIFA y al gobierno y las mismas manifestaciones, que sin embargo continúan, contra la Copa y por otros problemas. La reelección o no de Dilma ya depende de otros factores, que no están claros hoy. Pero si ocurre una eventual derrota de Brasil antes de la final o en la final, todo cambia, junto con el ánimo mismo del país y posiblemente un aumento de las protestas, con la derecha (y toda la oposición) aprovechándose o no de ese cuadro para que ella no gane las elecciones.
