Después del escándalo

Debate sobre las oportunidades y los límites de las denuncias a empresas por violaciones de los derechos humanos.

El 21 de agosto de 2013, el segundo Tribunal de Apelación en los Estados Unidos de Norteamérica pronunció sentencia sobre la demanda por indemnización de víctimas del Apartheid sudafricano contra grandes empresas como General Motors, Daimler AG o Rheinmetal. Una sentencia de amplias consecuencias. Once años duró el proceso judicial iniciado por esta acusación presentada en los Estados Unidos por Khulumani, la organización sudafricana de derechos humanos que recibe el apoyo de medico. Finalmente, la demanda fue denegada en forma definitiva. Desde el punto de vista de medico, la sentencia constituye un escándalo político de amplias repercusiones. Khulumani y sus 60.000 miembros se verán obligados a aceptar ahora este fallo, que declara inimputables a los beneficiarios del sistema de Apartheid. Pero la importancia de la sentencia trasciende ampliamente las fronteras de Sudáfrica: Al igual que en el caso de la demanda contra Shell por complicidad en el caso de violaciones a los derechos humanos en Nigeria, el juzgado de los Estados Unidos esgrimió el argumento de que la ley estadounidense de demandas por agravios contra extranjeros (Alien Tort Claims Act - ATCA) no puede aplicarse a violaciones de los derechos humanos fuera de los Estados Unidos. De esta manera se ha invalidado prácticamente una de las pocas leyes que daban una oportunidad a las víctimas de injusticias cometidas por empresas mediante una demanda a nivel internacional. ¿Hay todavía alguna oportunidad de llevar a las empresas ante los tribunales por motivo de violaciones a los derechos humanos? En la búsqueda de nuevos caminos, medico internacional se unió a otras ONG para organizar en Berlín, el 28 de noviembre de 2013, un encuentro de expertos para discutir sobre las oportunidades y los límites de las demandas contra empresas por violaciones a los derechos humanos.

Publicado: 19. agosto 2014

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