De sur a sur

Como la ayuda de emergencia de países vecinos se convirtió en un programa a largo plazo

El 12 de enero de 2010, la tierra tembló en Haití. La capital, Port-au-Prince, quedó destruida casi por completo, y más de 250.000 personas perdieron la vida. En un paisaje apocalíptico, la ayuda entre vecinos aportó un destello de esperanza. La solidaridad se generalizó entre los ciudadanos y ciudadanas de Haití, pero también llegó de la nación vecina de República Dominicana.

A través de los medios recaudados en Alemania, medico international apoyó iniciativas como la de la organización dominicana Cosalup, integrada en la red “Ayuda Haití” y responsable de la asistencia sanitaria básica en los refugios de emergencia de Léogâne. Médicos, enfermeros y enfermeras voluntarios mantuvieron en marcha durante semanas una cadena de suministro sanitario. medico lleva años en contacto con Cosalup a través de las redes políticas de salud de América Latina. Al igual que medico, la organización forma parte del Movimiento para la Salud de los Pueblos.

Este modelo inicial de trabajo financiado por medico en Haití sigue siendo característico del sistema de operaciones de nuestra organización. medico financió también la intervención de promotores de salud dental guatemaltecos, quienes en sus dos intervenciones de emergencia en Léogâne no consiguieron siquiera cubrir las necesidades más acuciantes. La idea es aprender de las mejores experiencias cosechadas por nuestras contrapartes en situaciones similares de exclusión y pobreza.

La ayuda vecinal llegó también desde el lejano Brasil. El Movimiento de los Sin Tierra en Haití mantiene contactos con sus homólogos brasileños a través de Vía Campesina. medico, a su vez, coopera con los brasileños desde hace varios años. Actualmente promovemos la formación de activistas campesinos haitianos en la escuela del MST en Brasil: la instrucción que allí reciben abarca desde la agricultura ecológica hasta la formación política y les capacita para defender sus derechos en la práctica y en la actuación política.

El objetivo es reforzar las organizaciones haitianas de base y las estructuras de la sociedad civil, para cimentar no sólo la reconstrucción material sino principalmente la reconstrucción política y social. A este proyecto se ha sumado la organización comunitaria rural APDK, que a través de la reforestación ecológica pretende prevenir catástrofes futuras, así como la ONG CRESFED, que contribuye al desarrollo participativo de comunidades con la ayuda de asesores de Benín. Y no podemos olvidar a la organización de mujeres haitiano-dominicanas AFDC, que a partir de la ayuda de emergencia ha puesto en marcha una labor de apoyo a largo plazo de los derechos de la mujer en Haití, y tampoco a la organización haitiana pro derechos humanos RNDDH, que tiene como objetivo velar por la transparencia y el mantenimiento del Estado de derecho durante la reconstrucción nacional. medico aborda este modelo de trabajo desde la perspectiva de su larga experiencia en la ayuda humanitaria y sus consecuencias (a menudo ambivalentes) para la población afectada. Haití es en este sentido un ejemplo paradigmático: por una parte, las numerosas ONG extranjeras (cuya cifra se ha triplicado tras el terremoto) son absolutamente necesarias. A través de ellas queda garantizado el suministro básico de la población.

Pero al mismo tiempo plantean un grave problema, puesto que socavan la capacidad de regeneración y los esfuerzos emancipatorios de los haitianos. medico intenta afrontar este dilema a través de un debate público a propósito de los límites y la responsabilidad de la ayuda internacional, así como a través del refuerzo del diálogo Sur-Sur, un modelo que ya se ha revelado fructífero en otros contextos.

Publicado: 03. noviembre 2011

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