El 3 de octubre de 2013 pasará a la historia como un día de la infamia. 380 refugiados se ahogaron a causa de las averías de una embarcación en ruinas frente a la isla mediterránea de Lampedusa. El estado de emergencia es a nivel europeo y no es posible cerrar los ojos, expresaron al unísono los políticos. Solamente el Papa Francisco pronunció palabras más acertadas. Durante una misa en Lampedusa exigió abandonar la "globalización de la indiferencia" y atacó a la cultura europea del bienestar, que lleva "a que solamente pensemos en nosotros mismos y nos convierte en insensibles ante el clamor de nuestros semejantes". Los responsables políticos en Bruselas, por el contrario, tomaron la decisión de reforzar aún más a la agencia para la protección fronteriza Frontex a través de la red adicional de vigilancia electrónica Eurosur. Pero una mayor "gestión de fronteras" implica en última instancia más muertes y mayor sufrimiento. El proyecto de monitoreo "Watch The Med", un sistema de alarma alternativo (watchthemed.net), intenta oponerse a esta política de aislamiento. Este proyecto, llamado por sus creadores un acto de "oceanografía forense", alimenta el mapa interactivo con fotos satelitales, fluctuaciones del viento, corrientes y registros de llamados de emergencia. Estos datos, unidos a los testimonios de refugiados sobrevivientes, permiten crear imágenes de los movimientos de los botes de refugiados, que pueden también presentarse ante los tribunales en caso de que no se preste la ayuda correspondiente. Un objetivo ambicioso pero no imposible. De hecho, ya antes de lo ocurrido con Edward Snowdon, sabíamos que también los vigilantes dejan huellas. Y este proyecto saca provecho de este factor. medico apoya a "Watch The Med" en el desarrollo técnico de mapas y viajes de investigación hacia donde se encuentran los sobrevivientes.
Publicado:
19. agosto 2014